Las últimas semanas hemos escuchado hablar mucho sobre las DAOs a partir de nueva regulación y reconocimiento en Utah en Estados Unidos. Pero ¿Qué son las DAOs? ¿Para qué sirven?
Las DAOs son organizaciones autónomas descentralizadas que permiten a sus miembros conseguir un objetivo en común sin necesidad de que exista una estructura jerárquica centralizada que tome las decisiones al interior de lampresa, sino que, por el contrario, en las DAO las decisiones se toman con base en un protocolo de consenso que permite a todos sus miembros interactuar de manera igualitaria.
El funcionamiento de las DAOs se realiza a través de contratos inteligentes que establecen las “reglas del juego”, estos contratos inteligentes pueden incluir desde los acuerdos entre los accionistas para el derecho al voto, hasta sus obligaciones o formas de manejar las finanzas de la organización[1].
El funcionamiento de las DAOs a través de los contratos inteligentes permite la definición a priori del conjunto de normas que regirán la vida de la organización, pues son programadas en una blockchain cuyas propiedades de inmutabilidad en la cadena de bloques permiten una ventaja sobre las organizaciones tradicionales, una vez que la DAO es constituida, sus normas perdurarán para siempre y no podrán ser modificadas.
Además, debe señalarse que las DAO no requieren de una aportación de capital social para la constitución de la organización como las sociedades mercantiles, ni tampoco se requiere la plena identificación o verificación de identidad de los miembros o accionistas que participarán en la organización.
Entonces ¿Por qué alguien querría participar en una DAO? Las DAOs tienen el poder de emitir y entregar tokens a sus miembros como incentivos para seguir aportando un valor a la red, sin embargo, la constitución y operación de una DAO no busca ofrecer a sus miembros un sistema de “carrera profesional” o escalonamiento, sino que únicamente constituye un mecanismo para la consecución de fines en común.
A pesar de lo anterior, la ventaja de las DAOs es que las decisiones son a partir de un mecanismo de democracia y representatividad pura, pues todos sus miembros forman parte de las decisiones y tienen un poder de voto igualitario, es decir, es la organización democrática más pura que existe hasta la fecha[2].
El 1° de marzo del 2023 el Estado de Utah en Estados Unidos aprobó la Ley DAO en la que se reconoce legalmente a las DAO y se le otorga responsabilidad limitada. Además, la ley introduce protocolos para garantizar la calidad de las DAOs, el tratamiento fiscal y su funcionalidad.
Pero esta no es la primera regulación sobre las DAOs, otros estados también han intentado la regulación de estas entidades. Wyoming reconoce a las DAO como sociedades de responsabilidad limitada (LLC), Tennessee también las reconoce como LLC y se refiere a ellas como DO, Delaware otorga la opción de que las DAO se constituyan como LLC, y Vermont, desde 2018, permite que las DAO se constituyan como sociedad de responsabilidad limitada basada en blockchain (BBLLCs)[3].
Sin duda las DAO representan una nueva forma de crear modelos de negocio con una mayor flexibilidad, sin embargo, creemos que la regulación excesiva de estas nuevas figuras tendrá estragos en su naturaleza, podría poner en riesgo la autonomía y descentralización de las DAO. Habrá que esperar y ver cómo se comportan estas nuevas regulaciones frente a la innovación tecnológica.
¿Tienes dudas? ¿Te gustaría constituir una DAO y no sabes por dónde empezar? Contáctanos
@safeharbormx
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